Los perros hambrientos es una obra del renombrado autor Ciro Alegría, la cual refleja una poderosa exploración de la resiliencia humana y la conexión con la naturaleza en los Andes peruanos del siglo XX. De igual forma, se muestra la desigualdad social imperante y la importancia de ser empáticos tanto con las personas como con los animales, especialmente con los perros. Alegría nos transporta a un mundo poco expuesto en tiempos actuales, dado que hasta hoy en día la atención siempre la ocupa Lima, relegando los problemas de interés social al interior.
La novela Los perros hambrientos nos sumerge a un mundo rural lleno de desafíos y luchas por la supervivencia. A través de la historia de la familia Robles, que vive en los Andes peruanos, Alegría explora temas como la opresión, la injusticia social y la resistencia. En un pasaje particular, el autor evoca una noche de lluvia que trae consigo la esperanza y la renovación, marcando un contraste con la aridez y la desesperanza que a menudo enfrentan los personajes en su lucha por la supervivencia. Al respecto, se menciona lo siguiente: “Y una noche maravillosa, los oídos escucharon la ansiada voz de la lluvia. Caía larga y pródiga, esparciendo un gran olor a tierra” (Alegría,1939, p 311). Esto evoca una profunda comprensión de la naturaleza y la experiencia sensorial, lo que fomenta una aguda reflexión sobre temas más amplios como las expectativas, la satisfacción y la dualidad de la experiencia humana. Asimismo, Alegría sugiere una conexión profunda entre la naturaleza; por ejemplo, la lluvia, representada como una voz ansiada, trae consigo un sentido de renovación y fertilidad al esparcir un aroma a tierra fresca. Esta descripción sensorial evoca una atmósfera de esperanza y conexión con el entorno, resaltando el papel de la naturaleza como un elemento vital en la narrativa.
En otro momento, el renacimiento de las tiernas plantas, tras la persistente lluvia, evoca una sensación de esperanza y renovación, como si la tierra misma estuviera celebrando su propia resiliencia. La persistencia entre la lluvia continua y el florecimiento exuberante subraya la fuerza inquebrantable de la naturaleza, un eco de la lucha y el instinto de supervivencia que atraviesa toda la narrativa. Se enfrentan desafíos tanto internos como externos, lo que refleja la complejidad de la existencia humana frente a un entorno indiferente pero abundantemente generoso. La descripción de las plantas emergiendo sugiere una conexión entre la naturaleza, mientras que la persistencia de la lluvia durante varios días enfatiza su papel vital en el florecimiento del entorno. Por lo cual evoca un sentido de optimismo y crecimiento, reflejando la esperanza que trae consigo la lluvia, por lo que se menciona: “Asomaron otra vez las tiernas plantas, como si estuvieran gozosas de surgir a un mundo que las esperaba. La lluvia no cesó durante muchos días. Todo prosperaba”. (Alegría, 1939, p. 312). Se observa una imagen optimista de la relación entre la lluvia y la naturaleza, pero también plantea preguntas importantes sobre las interacciones entre los componentes del ecosistema y los efectos a largo plazo de las condiciones climáticas en la vida vegetal y animal. Se piensa también más profundamente sobre la complejidad de las interacciones entre la naturaleza y los humanos y las consecuencias de estas relaciones para la salud y sostenibilidad de los ecosistemas.
Ahora bien, la novela también nos permite entender cómo las personas pobres se enfrentan de manera cruda, sufrida, con hambre y desesperación ante una situación donde vemos cómo los desastres naturales los afectan de cierto modo, por lo que seguidamente se menciona: “Pero el dolor, el hambre y la muerte son azotes supremos. El cielo tornó a despejarse, la tierra a quedarse sin jugos y toda la vida a padecer” (Alegría, 1939, p 312). Es una profunda reflexión sobre el sufrimiento humano y la vulnerabilidad de la vida en un entorno natural. Plantea preguntas importantes sobre la relación entre el sufrimiento y la experiencia de vida y sobre nuestra responsabilidad y capacidad para reducir el sufrimiento en el mundo. Estas reflexiones nos alientan sobre la complejidad del sufrimiento humano y la necesidad de abordarlo desde una perspectiva tanto individual como colectiva, teniendo en cuenta las interacciones con el entorno natural y nuestra responsabilidad hacia los demás.
Para concluir, Los perros hambrientos es una obra que, a través de una representación vivida del mundo rural andino y sus personajes enfrentados a la adversidad, invita a repensar profundamente sobre la interconexión entre la naturaleza y la humanidad, así como sobre nuestra responsabilidad compartida hacia el medioambiente y hacia los demás seres vivos.
Dato bibliográfico
Alegría, C. (1939). Los perros hambrientos. Zig-Zag.
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