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  • Daniela Vargas Palacios, Dalyla Vera Segundo, Lucía Vicente Santiago, Brillith Valverde Desire

“En agosto nos vemos”: reflexiones y autoconciencia vistas desde la infidelidad

Actualizado: 7 ago


Los rincones más íntimos del corazón humano sobre la búsqueda de la felicidad y la redención.

En agosto nos vemos de Gabriel García Márquez relata la historia de Ana Magdalena Bach, una señora quien refleja una vida y matrimonio estable y feliz. Al fallecer su madre, y por visitarla, los meses de agosto cada año toma el transbordador hacia la isla donde permanece la tumba de su madre. Estos viajes terminan siendo una irresistible invitación a convertirse en una persona distinta durante una noche al año, cometiendo en ella errores, los cuales atentaron contra su matrimonio.


Aquella traición llamada “infidelidad”, que muchas veces es justificada como falta de atención por parte de nuestra pareja, es algo injustificable, siendo que este tipo de actos sea un error. Parte de ello es la decisión que toma la persona al decidir si hacerlo o no, derivando en muchos factores que conllevan consigo el ser infiel —ya que no solo está en juego el propio bienestar, sino el de la pareja—. Ana Magdalena realmente no lo consideró así. Si bien es cierto durante sus viajes a la isla tenía sus aventuras, cada una de ellas era distinta. El hecho de que Ana Magdalena haya decidido vivir aventuras no tiene justificación. Es un error aquella falta de respeto hacia su esposo, el cual decidió amar hasta la muerte, pero salta la pregunta: ¿qué es lo que le lleva a Ana Magdalena ser infiel? Una explicación posible es el hecho de que haya mantenido el régimen o regla de ser virgen hasta el matrimonio o no tener estudios, llevándola así a cometer este gran error. La conducta de Ana Magdalena no tiene justificación aunque sea el caso de que vea tales errores como algo “normal”; sin embargo, lo que genera en la otra persona es desconfianza e inseguridad, lo que también origina una falta de empatía y respeto, ya que, antes de tener en cuenta la felicidad propia, se debe velar por la felicidad de la otra persona y no ser egoístas con los demás. Una vez cometido el error, no hay perdón ya que la conciencia a veces culpabiliza más que los propios actos, tal como le sucedió a Ana Magdalena.


Por un lado, se puede observar que una de las causas por la cuales Ana Magdalena decidió ser así es que ya no se sentía a gusto con su matrimonio el hecho de tener que fingir con una sonrisa lo que era su matrimonio. Para ella es una fatiga por ser la misma rutina de siempre. Ello no quiere decir que Ana Magdalena merezca ser juzgada, porque también es común que el ser humano tienda, en ocasiones, a cometer similares errores y que aprenda de los mismos. Ella lo aprendería porque con el tiempo se daría cuenta de que no todo se enfoca en uno y nuestra felicidad, lección que recibió durante una de sus aventuras, donde le dejan 20 dólares por solo estar con ella una noche, lo cual la dejo marcada. Una indignación para ella y desde ese momento no volvió a caer en “dulces palabras”. Ana Magdalena quiso experimentar iniciando una nueva búsqueda de su propia libertad sexual como factor a las aventuras que ha tenido durante sus viajes, siendo así infiel a su esposo. Ante esta situación debió buscar una solución para los dos como pareja. Logró salvar o mejorar la comunicación en su matrimonio, aunque de por sí el error ya está hecho y no tiene justificación, invita a reflexionar que, antes de pensar en uno mismo, hay que pensar en los demás.


Una mujer madura en su viaje de autodescubrimiento mientras enfrenta las complejidades del amor, la familia y la culpa.

Dentro del matrimonio de Ana Magdalena se destaca como una mujer que dedicó gran parte de su vida a la música y a su familia. Su matrimonio parece ser una fuente de amor y estabilidad. Su decisión de casarse sin haber terminado su carrera y siendo virgen sugiere un profundo compromiso con su relación. La descripción de la madre de Ana Magdalena como una maestra montessoriana que, a pesar de sus logros, no buscó más que ser educadora, puede interpretarse como una elección consciente de llevar una vida sencilla, dedicada a una causa mayor, como la educación. La perspectiva positiva de la familia resalta su conexión con la música como algo significativo y distintivo en sus vidas. Aunque son una familia feliz, hay contrastes interesantes entre los hijos de Ana Magdalena. Su hijo mayor es motivo de orgullo al ser el primer chelista de la Orquesta Sinfónica Nacional a una edad temprana y ser reconocido por grandes músicos, mientras que su hija menor muestra una actitud más rebelde y desafiante. Esto es algo común en todas las familias: cada uno con distintas personalidades. Es sabido que si compartimos nuestra vida con la persona que amamos, se debe tener en cuenta también su felicidad y bienestar. Cada uno es dueño de su libertad. Es bueno enfatizar en el bienestar de los demás siendo importante que las personas, debido a que ayuda también a la formación de la identidad y de la diferencia, busquen su camino en la vida. Volviendo a la realidad de Ana Magdalena, su infidelidad es posible interpretarla como una búsqueda de la libertad personal y satisfacción: su felicidad primero —debido a que su matrimonio no le proporcionaba lo mismo—, actitud que iría cambiando de parecer y vea distinto todo después de haber cometido ese error y por el remordimiento de conciencia. Si bien es cierto se tocan temas como la dedicación a una pasión, la importancia de la familia en la formación de la identidad es muy importante, lo malo es la infidelidad y las diferentes maneras en que las personas buscan su camino en la vida.


Si bien es cierto en la actualidad los padres suelen sentir desconfianza hacia sus hijos debido a preocupaciones generalizadas, esto no es beneficioso. Ana Magdalena se oponía a que su hija fuera monja por motivos diferentes de los del padre, pero la falta de apoyo de los padres es común. Asimismo, la importancia de la comunicación abierta y la comprensión en las relaciones familiares se plantea tanto por la falta de comunicación entre la madre y la hija como por el intento de Micaela de calmar el miedo de la madre con una noticia inesperada. ¿De qué manera se podría haber manejado estas circunstancias de manera más efectiva? ¿Cuál es el impacto de la falta de comunicación en la dinámica de la familia y la percepción de la realidad? Aunque es verdad que los padres tienen diferentes perspectivas, la discrepancia en las razones por las que el padre y la madre se oponen a la vocación religiosa de Ana Magdalena resalta la complejidad de las dinámicas familiares. ¿Qué muestra esta disparidad en cuanto a las prioridades y preocupaciones de cada padre? Los padres tienen el derecho de intervenir en ciertos aspectos en la vida de los hijos. Tienen una percepción más clara de lo que es beneficioso o perjudicial para nosotros. Su preocupación radica en el bienestar y lo mejor para los hijos. Sin embargo, podría discrepar con nuestras decisiones, como en el caso de la hija de Ana Magdalena Bach, quien deseaba convertirse en monja, enfrentando la oposición de su madre sin una razón clara. Esta falta de acuerdo puede generar incomodidad en un hijo y llevándolo a abstenerse de actuar y limitando así su autonomía. Es esencial mantener una comunicación abierta con los padres para resolver estos conflictos y encontrar soluciones mutuamente satisfactorias. El tema principal que se desprende es la importancia de la comunicación entre padres e hijos y cómo algunos padres no respaldan las decisiones de sus hijos por temor al juicio externo. Aunque se defiende la idea de que uno debería hacer lo que le gusta sin restricciones, se reconoce que, bajo el cuidado de los padres, la dinámica cambia. Esta obra aborda diversos problemas contemporáneos y destaca la necesidad de no imponer nuestros propios gustos para con los demás.


La historia de Ana Magdalena y sus errores cometidos son propios del ser humano. La solución está en la comunicación entre la familia y pareja para una relación sana y feliz. Lamentablemente, Ana Magdalena se dejó guiar por la tentación de la infidelidad al tener diferentes aventuras cada año, faltando así el respeto a su hogar y matrimonio, el cual, por falta de comunicación, se iba deteriorando. En el caso de la relación de los padres con los hijos, es importante la comunicación mutua y tratar de entenderlos es relevante, ya que cada persona tiene diferentes perspectivas de concebir al mundo y, por ende, diferentes ideas que, siendo estas comunicadas, se llega a un acuerdo mutuo.


Bibliografía

Álvarez, R. (2024). En agosto nos vemos': así se gestó la publicación del libro que Gabriel García Márquez quiso destruir. RPP. https://rpp.pe/cultura/literatura/en-agosto-nos-vemos-asi-se-gesto-la-publicacion-del-libro-que-gabriel-garcia-marquez-quiso-destruir-noticia-1539903?ref=rpp


Tatis Guerra, G. (6 de marzo del 2024). Crítica de “En agosto nos vemos”: la novela de la mujer que inventa su destino. El Periódico. https://www.elperiodico.com/es/ocio-y-cultura/20240306/critica-en-agosto-nos-vemos-novela-mujer-libro-garcia-marquez-99060861


Tatis Guerra, G. (15 de marzo del 2024). García Márquez y la mujer que inventó su destino. Clarín. https://www.clarin.com/revista-n/literatura/garcia-marquez-mujer-invento-destino_0_dN6XMZQQWt.html

 

 

Dato bibliográfico

García Márquez, G. (2024). En agosto nos vemos. Random House.

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