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  • Ximena Coripuna Vera y Aaron Nieves Cárdenas

"El coronel no tiene quien le escriba" y el valor del recuerdo

Actualizado: 5 ago


Toda persona interesada en la literatura ha escuchado por lo menos alguna vez el nombre del reconocido Gabriel García Márquez, o incluso haber leído alguna de sus obras, siendo Cien años de soledad su obra más célebre; no obstante, a diferencia de la creencia popular de que la obra anteriormente mencionada sea el mejor trabajo de Márquez, él mismo opina lo contrario, poniendo en la mesa a la obra El coronel no tiene quien le escriba, libro que será el tema a analizar en esta ocasión. La novela, publicada en 1962, inspirada por anécdotas vividas por el abuelo del autor y del propio “Gabo Márquez”, narra la historia del coronel, un exveterano de la guerra civil colombiana, quien, tras haber finalizado su labor sirviendo a la patria, quedó olvidado por el estado por más de quince años en los cuales nunca pudo recibir alguna paga por sus años de servicio, acabando en la miseria, siendo un gallo lo único de valor económico que le queda; a pesar de esto, el coronel duda de venderlo pues es el único recuerdo que tiene de su hijo Agustín, razón por la cual el coronel no desea venderlo pues quiere aferrarse a lo que quedó de su primogénito. El coronel asiste al consultorio médico para realizarse un chequeo. Allí donde se encuentra con Don Sabas, amigo cercano del coronel con el cual tenía planeado vender su gallo; con lo que no contaba el coronel sería que Sabas bajaría el costo por el que compraría al animal, pasando de novecientos pesos a unos cuatrocientos. Tras la salida del señor, el médico le revela al protagonista que Don Sabas ha tratado de estafarlo pues pretendía comprar su gallo a cuatrocientos pesos para luego revenderlo al doble. Este descubrimiento resulta como un golpe duro para el coronel, debido a que le tenía bastante estima a Don Sabas por haber sido padrino de Agustín. Adicionalmente, el médico le cuenta que Sabas ha estado viviendo una vida de lujos gracias a un pacto realizado con el alcalde, tratado el cual le permitió aprovecharse de todas las personas, incluyendo a aquellos que en algún momento lo apoyaron de forma desinteresada.

Gallo del Coronel no tiene quien le escriba
Gallo de pelea del Coronel no tiene quien le escriba

El desvelamiento de la verdadera naturaleza de Don Sabas es un reflejo de nuestra sociedad actual, en la cual los vínculos que la componen pueden ser fácilmente dañados por la corrupción y la malicia e irlas corroyendo de forma silenciosa. ¿Cómo Don Sabas, sabiendo toda la confianza que el coronel y el pueblo a su persona, pudo haberse aprovechado de todos los que lo consideraban un ser querido? En esta escena se presenta de forma explícita algunos de los temas tratados en la obra, la cual es la injusticia marcada por las desigualdades sociales y la pérdida de valores como la sororidad como comunidad. La falta de empatía y de moralidad nos deshumaniza tanto que temas como la memoria de nuestros seres ya fallecidos cada vez se vuelven algo tan insignificante, siendo lo único de valor para las personas lo que queda de aquellos que ya partieron, volviéndonos menos humanos y transformándonos en seres carroñeros. La figura de Don Sabas se vuelve un ejemplo de la avaricia y el oportunismo que se manifiestan en la sociedad. Su conducta es comparable, tal como lo menciona el médico, a la de un animal carroñero como los buitres, pues ambos sobreviven alimentándose de los seres en descomposición; en el caso de Sabas, prosperando en base a la desgracia y desesperación de las personas a su alrededor. Su naturaleza de depredador se muestra de manera discreta en el transcurso de la obra, ofreciéndole en varias ocasiones su apoyo al coronel, sabiendo que ambos tienen una relación en la cual se creía que era basada en la confianza mutua. La dinámica de estos dos personajes en la obra es un reflejo de un vínculo parasitario el cual se aprovecha de la parte menos favorecida para poder sobrevivir; y en este caso, mantener el estatus privilegiado. En conclusión, la obra de García Márquez hace un llamado para la reflexión sobre la presencia de los valores en un mundo en el cual la ética es sacrificada para alcanzar el beneficio personal.


Luego de haber rechazado la oferta de Don Sabas, el coronel regresa a casa, donde ocurre una discusión entre él y su esposa debido a que decidió no vender el gallo; es en esta discusión donde su esposa desahoga toda su frustración, un sentimiento de impotencia por no poder hacer nada para mejorar su situación económica pues ella está resignada ya que sabe que eventualmente, el asma que ella sufre va a terminar matándola pues no poseen los recursos para llegar a tratarlo; mientras que del otro lado, el coronel aún mantiene su personalidad animada que lo caracteriza, pero dicho optimismo hace que no pueda darse cuenta del pesar que siente su pareja. Durante la obra, la pareja tiene que irse deshaciendo de varios objetos para poder tener algo que comer; no obstante, esto no les es suficiente ya que siempre les basta para tener algo para el día y no como algo que puedan sacar provecho a largo plazo. La esposa describe al coronel una persona caprichosa, terca y desconsiderada, pues él nunca ha tomado importancia a su asma y a la vez, por no haber aceptado la oferta de Don Sabas, oferta la cual, si bien resultaba siendo una estafa y era menos de lo acordado, pudo haberles sido de ayuda para empezar a recuperarse económicamente, pero el luto por la muerte de Agustín es algo que sigue resonando dentro de él, haciendo que le sea difícil poder soltar el último recuerdo físico que tienen de su hijo.  Se deja explicito los pensamientos de la esposa con respecto al coronel y al difícil momento el cual llevan atravesando y que sabe bien que seguirán pasando debido a la falta de interés del coronel por querer cambiar su situación económica. Ella sabe que morirá y le tiene miedo a perecer en las deprimentes tinieblas de su hogar quedando en el olvido puesto que nadie en el pueblo ha querido ayudarlos. ¿El coronel, tras saber lo que piensa su esposa, será capaz de cambiar sus acciones? ¿Será ella capaz de poder descansar en paz? El escenario presentado en el fragmento es algo muy presente en la sociedad, pues hay demasiados casos de adultos mayores los cuales no tienen los recursos para poder vivir un estilo de vida decente, debido a factores como no tener familia que pueda cuidarlo, por lo que se ven obligados a tener que trabajar en las calles o ser abandonados en casas de asilo donde se quedan encerrados allí hasta el momento de dejar este mundo.  La esposa del coronel es la antítesis del protagonista.  El coronel resulta ser una persona con una actitud positivista, pero a la vez inocente; por otro lado, su pareja resulta ser alguien con una postura más apegada a la realidad junto a un carácter más frío y testarudo, siendo una dinámica similar a la del Quijote y Sancho Panza en la obra de Cervantes: Don Quijote de La Mancha, siendo Sancho el que pone a Don Quijote los pies en la tierra pues este su personalidad extravagante e imaginativa lo hacía desviarse de la realidad; sin duda, es destacable la escritura del autor a la hora de plasmar distintas problemáticas sociales las cuales son libres a la reflexión del lector, dichas adversidades lamentablemente al aún mantenerse en la actualidad, en cierto modo ayuda a que la lectura del libro en tiempos modernos se pueda sentir como una experiencia atemporal pues los temas tratados en la novela son identificables para gran parte de los lectores.  Tras la discusión, a pesar de haber oído todas las reprimendas de su esposa, el coronel mantiene la idea de que el gallo participe en una pelea, que ocurrirá el 20 de enero. En este evento, si el gallo gana, podrían ganar algo de dinero para poder subsistir unos días más. Es este animal su última alternativa debido a que ya han vendido todo lo que tenían en su hogar y no les quedaba nada más que ellos y el animal.


El coronel mantiene la esperanza de que el gallo podrá ganar la pelea; no obstante, él deja de lado el hecho de que cada vez les quedan menos recursos, una carencia la cual conlleva a una mayor cantidad de contrariedades en su vida, sumado al hecho de que la resiliencia del coronel ha llegado a un punto en el cual llega a rechazar la realidad en la que se encuentra y no ve la posibilidad de que así como el gallo pueda ganar la pelea, pueda perder y por consiguiente, el coronel y su esposa seguirían en la miseria, culminando con la pregunta final de su esposa, cuestionándole al coronel de qué se van a alimentar hasta ese entonces, finalizando con la respuesta directa del coronel: “mierda”. Es con este final abierto con el que concluye la obra: la esposa del coronel cae en la desesperación desahogando su enojo ahorcando al coronel, dado que, si quisieran que el gallo peleara en enero, ¿cómo ellos podrían sobrevivir hasta ese día si ya no les queda nada con lo que subsistir? En el Perú la problemática del aumento de la pobreza es algo que con el tiempo ha estado creciendo exponencialmente, siendo varias las familias que, así como el coronel y su esposa, son abandonados sin ningún apoyo por parte del Estado, teniendo que hallar un modo de poder salir adelante por cuenta propia.  No obstante, esta falta de apoyo no ha sido lo único que ha causado la miseria de la pareja, ya que un factor importante para provocar dicho escenario decadente ha sido la personalidad terca del coronel, porque él ha estado minimizando todos los problemas que tenían en el transcurso del tiempo cada vez van escalando hasta volverse obstáculos de mayor magnitud para la pareja. Si bien la actitud positiva del coronel puede ser algo beneficioso para poder ser resiliente, ha sido llevada al extremo en el cual no logra poder reconocer la negatividad que envuelve su entorno. Es con esa personalidad que el autor establece la figura de la esposa, la cual, como anteriormente se ha mencionado, funciona como el opuesto a la narrativa del protagonista. Estos dos polos opuestos demuestran que ir por el positivismo o el negativismo puro no es la solución, reflejado en cómo el coronel y su personalidad alegre no le permite ver la gravedad de sus problemas, mientras que la esposa reconoce todo lo que están sufriendo, pero en vez de poder hacer algo para mejorar, solo se resigna a esperar lo peor. El autor, de forma implícita, deja en claro que es necesario poder lograr un balance de ambos lados para llegar a la verdadera resiliencia, aceptando los problemas que uno enfrenta, pero a su vez, tener la confianza de poder enfrentar todos los obstáculos que se presenten y poder superarlos.  


La respuesta del coronel puede interpretarse del modo en que usó la palabra “mierda” para referirse a que se alimentarían de excremento, estando una respuesta acorde con la personalidad del protagonista. Al mismo tiempo, esta palabra toma mucho más peso pues desde el inicio de la obra el coronel muestra descontento sobre el uso de lisuras, por lo que, del modo en el cual termina la obra, puede representar el derrumbe de la mentalidad inocente y positiva, donde al darse cuenta de la situación precaria que vive, cae en la desesperación, siendo la palabra “mierda” un reflejo de su frustración. Este fragmento es una muestra de la grandiosa escritura de García Márquez, destacando el uso de recursos literarios como el presagio, en el cual en el transcurso de la obra va estableciendo ciertos elementos que eventualmente, regresan en momentos importantes de la obra, haciendo que tomen mayor peso; a su vez, el dejar la obra en un cierre ambiguo permite al lector sentirse reflejado en el protagonista, ya que, al igual que el coronel, no sabrá qué es lo que le deparará a este personaje, si seguirá evadiendo sus problemas, se resignará a lo peor, o hará lo posible para mejorar su situación. El tener distintas ideas de lo que hará el coronel tras finalizar la obra demuestra la capacidad del autor de establecer personajes complejos, pues el coronel logra tener un desarrollo tridimensional durante la novela que permite al lector distintas acciones que pueda realizar el coronel.  En la narrativa de la obra quien funciona como el engranaje principal que mueve todos los acontecimientos es el gallo, la última memoria que le queda al coronel y a su esposa. Toda la obra gira alrededor de este, a pesar de que no desempeña un rol como un personaje. Es en él en quien se centra el dilema moral del coronel, ya que. al ser el gallo su posesión más valiosa tanto económica y emocionalmente, debe decidir si poder vender el gallo para finalmente tener algo qué comer su esposa y él; o por el otro lado, abrazar el recuerdo de la vida de su hijo y poder cuidarlo, decisión que origina la pregunta siguiente: ¿cuánto valor tiene la memoria de nuestros seres queridos? ¿El recuerdo es algo que se pueda negociar? El tema de la pérdida es uno de los más presentes durante la obra, es una cruz que carga el coronel y se niega a soltar, ya que cabe la posibilidad de que, al ser alguien de edad y el perder la última pertenencia de su hijo, pueda llevar a que su vejez termine haciéndolo olvidar de Agustín. Terao (2003) afirmó que “la venta del gallo significaría la traición a su idealismo y la conformidad con la sociedad cosificada” (p. 78); sin embargo, también sería la salvación a su problema económico por el cual atravesaba. En síntesis, es gracias al gallo que la obra invita a reflexionar sobre la dignidad humana y el valor que le da la sociedad al recuerdo. La obra de García Márquez resulta ser una magnifica pieza de su bibliografía, siendo la viva representación de las dificultades que aún persisten en la sociedad latinoamericana y un hermoso homenaje del autor a la vida de su abuelo y a la suya propia.


Reerencia

Terao, R. (2003). El coronel no tiene quien le escriba: La simbolización y el vivir en una realidad             violenta.          Estudios          de        Literatura       Colombiana,   12, 71-86. https://revistas.udea.edu.co/index.php/elc/article/view/10537 


 

Dato bibliográfico


García Márquez, G. (2023). El coronel no tiene quién le escriba. Editorial Random House


 

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